Aún siendo conscientes de que vivimos en sociedad, es muy importante no olvidarnos de que somos seres individuales. ¿Qué quiero decir con esto?, sencillo. Muchas veces anteponemos las necesidades de los demás a las nuestras, pudiendo llegar a ser un hábito con consecuencias negativas.
No consiste en fomentar el ser egoísta o egocéntrico, ni mucho menos, pero sí sería bueno tener clara nuestra escala de valores, al igual que el respeto al prójimo.
A lo largo de nuestra vida tenemos tiempo para pasar por diferentes momentos y algunos de ellos pueden ser bastante duros y difíciles de llevar, repercutiéndonos en nuestra vida diaria.
Un suceso determinado o un cúmulo de ellos pueden llevarnos a estados depresivos o incluso podemos llegar a sentir que no hay solución posible para salir de ese círculo donde nos encontramos, podemos llegar a estar profundamente convencidos de no tener fuerzas para continuar hacía delante, pero es importante saber que incluso encontrándonos en esos momentos tan derrotistas, siempre hay posibilidad de cambiar las cosas y si no podemos hacerlo nosotros mismos por sentirnos bloqueados o desesperanzados, puede haber alguien que nos tienda la mano para ayudarnos, sólo se necesita que nosotros se la cojamos.
A mi me gustaría tenderte esa mano, si tu quieres claro está, y poder ayudarte.
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